Dicen que la comida más
importante del día es el desayuno, y más para un turista, que es la única
comida que sabe a qué hora la hará, las demás dependerán de las cosas a ver, de
la climatología...así que antes de nada hemos ido a desayunar un café a una
cafetería cercana al alojamiento.
London Tower |
White Tower |
Ya con las ideas claras,
hemos puesto rumbo a la Torre de Londres, desde donde hemos disfrutado también
del Tower Bridge. Probablemente la torre de Londres sea el recinto más famoso.
Ha sido castillo, palacio, prisión, arsenal, joyería y lugar de ejecuciones. La
parte más antigua es la torre del homenaje, más conocida como White Tower, que
fue el palacio real original. Dentro del recinto se puede visitar la Tower Green donde tenían lugar las ejecuciones, la Traitors Gate, la Chapel of St. Peterand Vincula, la Jewel House donde se encuentran perfectamente custodiadas las
joyas de la corona y la Chapel of St John. La cola que hay que hacer para ver
las joyas es larga, y se pierde algo de tiempo, pero la visita no defrauda, es
espectacular. Como curiosidad os contaremos, que las joyas no están aseguradas,
ya que en caso de pérdida de las mismas, jamás podrían reemplazarse, así que ¿para
qué pagar un seguro? La visita se puede hacer con un Yeoman Warders (beefeaters)
pero nosotros hemos preferido hacerla por nuestra cuenta. Entre otras cosas
porque en inglés tampoco íbamos a entender tanto como con nuestra guía.
Existe una leyenda, según la
cual se dice que si los cuervos que habitan la torre se fueran, desaparecería
la monarquía. Un real decreto estipula que siempre debe haber un mínimo de seis
cuervos.
Desde nuestro punto de vista, esta debe de ser una visita
obligada cuando se viene a Londres, y diría más, creemos que debería ser la
primera visita que se debe de hacer en la vieja londinium. Su alto precio en la entrada creemos que está
justificado.
Al salir hemos decidido
comernos un sándwich en la cafetería que hay justamente enfrente de la entrada
a la torre. Así nos lo vamos comiendo de camino al Monument y no perdemos
tiempo, algo que creo que hoy no vamos a tener. Dando un pequeño paseo por
la city, la parte más financiera de Londres, se llega al Monument. Desde la
torre no tiene perdida.
Tres horas nos ha llevado la
visita, pero desde luego no te vas con la sensación de haber perdido el tiempo
ni mucho menos.
Certificado de Ascenso |
Monument |
El Monument, según tenemos
entendido, es la columna más alta del mundo, con 62 mt. Estos son exactamente
la distancia que hay desde la base hasta la panadería que había en Pudding
Lane, donde se inició el gran incendio de 1666, y en cuyo homenaje se construyó
este monumento. Se puede subir hasta arriba del todo, solamente se deben de
subir las 311 escaleras de caracol del interior. Hay que estar un poco loco
para hacerlo, pero cuando subes arriba disfrutas de unas vistas de la city
increíbles, incluso llegas a ver el puente de Westminster. Lástima que el día
no estuviese del todo claro.
Después de esta pequeña
locura, y tras tomarnos una coca cola en su base, hemos continuado con nuestro
paseo por el distrito financiero hacia la Catedral de St. Paul, que no está
nada lejos de aquí. Imposible perderse. Esta, sin duda alguna es la iglesia más
importante de Londres, y obra maestra del arquitecto Wren. En este mismo lugar,
había otra iglesia, pero el gran incendio acabo con ella. La obra de la nueva
iglesia se prolongó 35 años, pero solo observar su fachada oeste, antes de entrar
te hace sentir que mereció la pena esperar. La cúpula es la tercera más grande
del mundo, y todo un símbolo de resistencia, salió indemne del bombardeo alemán
en 1940. En su cripta, están enterrados numerosos héroes británicos como Lord
Nelson o el Duque de Wellington, además del propio Wren.
Hoy tenemos el día algo loco, así
que nos ha dado por subirnos los 530 escalones que hay hasta la Golden Gallery,
desde donde se disfruta de unas de las mejores panorámicas de todo Londres,
mejor aún que las del Monument. Antes de llegar hasta aquí merece la pena,
pararse un momento en la Whispering Gallery, porque su especial acústica hace
que hasta un susurro se oiga en todos los lugares de la misma.
Hemos tardado
aproximadamente dos horas en visitar la catedral, y eso que ha habido lugares
de la misma que los hemos visto un tanto rápido, desde luego es una visita
extensa.
St. Paul Church |
Justamente en la parte
trasera de la catedral hemos cogido un bus que nos ha llevado directamente
hasta el embarcadero cercano a la torre de Londres, llamado Tower pie. Llevamos
todo el día andando sin parar, así que nos apetece un poco de tranquilidad. Aquí
hemos cogido un barco que nos ha llevado Támesis abajo, hasta el puente de
Westminster exactamente. Ha sido un paseo agradable, hacía un poco de frío,
pero abrigándote un poco está bien. Es una de esas cosas que si no haces parece
que no has estado en Londres. Durante el trayecto un guía te va explicando que
lugares vas pasando. Desde luego, nadie negará que es otra forma de ver
Londres, y una hora de trayecto proporciona un pequeño descanso.
Nada más bajar del barco,
hemos ido a tomar un café para entonar el cuerpo, entre la humedad del río y el
frío nos ha sentado bien. Hemos cruzado andando el puente de Westminster
dirección al London eye, una de las mayores atracciones de Londres, pero solamente
nos hemos dedicado a recorrer la zona de los alrededores andando. Es
excesivamente cara la noria, y no nos llama demasiado la atención. La zona de
los alrededores, tampoco es que merezca en exceso la pena visitarla, pero
recorrer este puente, sí, ya que la panorámica que hay desde la otra orilla de
Londres son bastante agradables.
Vista desde el barco |
Eso sí, cuando recorráis el
puente estar atentos a los carteristas. El puente está lleno de trileros y ya
se sabe que donde hay mucho tumulto de gente, hay mucho amigo de lo ajeno.
Tras tomar el metro, ya
basta de andar por hoy, nos hemos ido a ver la famosa plaza de Picadilly
reconocida como el centro de Londres, junto al soho, y Covent Garden. Picadilly circus es la plaza más famosa de todo Londres, que junto al big ben y trafalgar
square, son los lugares más fotografiados de la ciudad. El tráfico aquí es
increíble, y el movimiento de gente resulta agobiante. Las escaleras de la
estatua de eros, está llena de gente sentada en ellas, que utilizan esta plaza
como punto de encuentro. En realidad la figura es el Ángel de la caridad
cristiana y no al dios griego Eros. Es una plaza bulliciosa y con poco
atractivo, aunque por las noches con los neones encendidos gana bastante. Antes
o después todo el mundo pasa por Picadilly. La tradición es la tradición.
Tras las fotos de rigor de
la plaza, hemos decidido callejear un poco por la zona del Soho, antes de cenar
en la cervecería St. James un par de jacket con su pinta, como mandan los
cánones ingleses. Estaban de muerte, es increíble cómo me gustan las jacket.
El Soho, es la zona más
cosmopolita de Londres, o la más rara, como se quiera ver, yo me quedo con la
primera afirmación. Este a lo largo de la historia, ha sido el barrio que ha
acogido a los inmigrantes, hoy cobijo de artistas, lo que le da un ambiente
bastante bohemio. Es una zona conocida por su animada vida nocturna y su
ambiente gay.
El Soho es una zona agradable para
pasear, y un buen lugar para relajarse después de un largo día de turisteo. Por
ello, tras cenar, y para poner fin a un largo día, decidimos tomarnos la última
pinta, sin prisa, sin agobios, solo disfrutando del momento.