Hoy
es nuestro último día en Londres, mañana regresamos a casa. Pero aún no sabemos
cómo iremos mañana hasta el aeropuerto de stanted. Solamente sabemos que desde
la estación Victoria, sale un autobús hacia stanted. Así que lo primero que
hacemos hoy es acercarnos hasta allí, para saber el tiempo que nos va a llevar
llegar y donde se tiene que coger el autobús, porque no es cuestión de llegar a
las 4 de la mañana sin los deberes hechos, y las improvisaciones a esas
horas...
Lo
siguiente, ir a ver la Abadía de Westminster, que es una procesión viviente de
la historia británica que no se puede perder en una visita a Londres. Desde
1066 es lugar de coronación de reyes, al igual que lugar de homenaje y
entierros de las figuras británicas más relevantes de los últimos 1000 años.
La
mayor parte del edificio actual data del s. XIII, del reinado de Enrique III, y
aunque mezcla distintos estilos, predomina el gótico inglés temprano. La nave
está plagada de tumbas y monumentos. Pero la joya de la abadía son las capillas
reales, pasada la cámara del sagrario, en cuyos laterales están enterrados
Isaac Newton y charles Darwin, suntuosamente tallado y recubierto de oro. Las
capillas reales albergan el trono de las coronaciones y las tumbas de docenas
de reyes. La gran proeza de la abadía es
la capilla de Henry VII, con un magnifico techo abovedado. El famoso rincón del
poeta, en el que se recuerda a escritores, músicos y artistas célebres, está en
el crucero sur. El claustro y la sala capitular merecen una visita.
Después
de dos horas de visita más o menos, hemos ido dando un apacible paseo hasta las
caballerizas reales, las Royal Mews. Después de ver ayer el fastuoso Palacio de
Buckingham nos han entrado ganas de ver una de las caballerizas más selectas
que existen, y base de la colección real de carruajes y coches de caballos
históricos. Vale la pena ver los establos reales, así como la opulenta
Australian State Coach, utilizada en cada coronación desde 1821, pero también
es cierto que a nuestro parecer no se debe de dejar de ver ciertas cosas que
ofrece Londres por venir a los Royal Mews. Aunque este debe de ser uno de los
garajes más lujosos del mundo.
Tras
esta lujosa comparación entre los coches de la monarquía británica y los nuestros,
hemos decidido entrar a comer en un italiano cercano a los establos, llamado pronto a mangia. Aquí nos hemos comido una
pizza cada uno. Parece que había hambre.
HMS Belfast |
Covent Garden plan |
Covent Garden Piaa |
Teniendo
en cuanta que tenemos que retirarnos hoy pronto, ya que mañana madrugamos
mucho, decidimos ir al soho, como no, a cenar algo en algún pub y tomarnos
nuestra última pinta en Londres. La última en esta ocasión, porque seguro que
volveremos.
Con
una pinta de calidad, una hamburguesa XXL increíblemente buena, y una de las
mejores compañías posible, ponemos fin a nuestra estancia en Londres, y con
ello a nuestras vacaciones. Toda historia tiene un inicio y un fin.